El Estado venezolano gastó 95.000 millones de dólares para la construcción de viviendas desde 2011 hasta 2016. ¿Cuántas? No existe una cifra precisa, pues los datos oficiales dan cuentas de estructuras que no se construyeron y otras que no culminaron.

El Gobierno asegura que en 2020 la Gran Misión Vivienda Venezuela construyó 400.000 casas. Una cifra sorprendente para un país que carece de equipos modernos y materiales en el campo de la construcción inmobiliaria.

En la ejecución de este programa se han involucrado cientos de empresas públicas y privadas, nacionales e internacionales, las cuales en apariencia han sido las verdaderas beneficiadas en un esquema de pagos que duplica el valor real de los inmuebles. 

Ernesto Vizcaíno vivía en una casa de zinc y en extrema pobreza a escasos metros de la zona donde fue reubicado por la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). Pero la situación no cambió. Su nuevo hogar no cuenta con techo, baño ni tuberías.

A Brisas del Manantial, en el estado Anzoátegui, solo se puede llegar a pie o en rústico. En el terreno polvoriento se observan ocho estructuras de hierro en abandono, tres casas a medio construir y siete viviendas cuyas fachadas no se asemejan a lo que revela su interior: paredes sin friso, casas sin ventanas ni puertas.

En el mes de febrero de 2013, el fallecido Aristóbulo Istúriz, entonces gobernador de Anzoátegui, inauguró el urbanismo donde reside Ernesto. Istúriz informó, a través de una nota a los medios de comunicación locales, que ese día había reubicado a 89 familias al norte de Anzoátegui.

Alida Rojas, vocera de la comuna Brisas del Manantial, ofreció una versión distinta a la información oficial en una entrevista para esta investigación. Contó que la asignación de viviendas fue realizada con el urbanismo a medio construir. Les prometieron que regresarían a culminar la obra. Pero ocho años después los vecinos continúan a la espera.

El fallecido Aristóbulo Istúriz informó que el urbanismo Brisas del Manantial fue ejecutado por uno de los “frentes de trabajo” de Petróleos de Venezuela y que tuvo una inversión de 11 millones de bolívares
| Giovanna Pellicani

Creada en Gaceta Oficial el 30 de abril del año 2011, la Gran Misión Vivienda Venezuela nació por el estado de emergencia nacional decretado en 2010, tras las fuertes lluvias que dejaron sin hogar a más de 35.000 familias. Más tarde se convirtió en bandera política del chavismo.

A 10 años de su creación, no se sabe con exactitud cuánto dinero ha gastado el Estado venezolano para la construcción de viviendas bajo este programa. El Gobierno no ha rendido cuentas al respecto y los montos conocidos se limitan a las declaraciones de voceros oficiales, cifras que no coinciden entre ellas, pero revelan que se tratan de las viviendas sociales más costosas de América Latina.

El Gobierno de Nicolás Maduro asegura que a través de la GMVV se construyeron 3.524.378 viviendas hasta el 23 de abril de 2021. Pero esta investigación de El Pitazo y Connectas, con apoyo del International Center for Journalist (ICFJ), no pudo ubicar esa cantidad de casas. Corresponsales y reporteros de El Pitazo registraron en una base de datos las viviendas construidas en el marco de la GMVV. Para ello, se revisaron publicaciones digitales de prensa oficial y páginas web de instituciones rectoras de la gestión de este programa. Se contactó a líderes sociales, exfuncionarios y especialistas. En algunos estados se revisaron documentos filtrados por las alcaldías o gobernaciones; en otros, los periodistas se apoyaron en la red de infociudadanos. La data construida y verificada por 34 periodistas de El Pitazo logró ubicar y contar sólo 5% de las viviendas que asegura el Gobierno ha construido a través de esta misión.

La data construida y verificada por 34 periodistas de El Pitazo logró ubicar y contar sólo 5% de las viviendas que asegura el Gobierno ha construido a través de esta misión

Este trabajo de reportería ofrece una aproximación a la realidad porque la falta de transparencia oficial sobre la gestión del programa y la dispersión en la ejecución de los recursos en más de un centenar de instituciones y empresas no permiten comprobar el número exacto de viviendas construidas ni verificar sus costos. Aún así, los números recogidos por El Pitazo coinciden con las denuncias que han hecho voceros del sector construcción y con el seguimiento del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea). El cálculo más favorable apenas se acerca al 8% de la cantidad que asegura el oficialismo.

El Gobierno anuncia en transmisión televisiva todos los jueves la entrega de viviendas, pero no siempre queda claro si se tratan de casas nuevas. Además, el número de las que se informa su ubicación no siempre se corresponde con el conteo total de viviendas entregadas, como ocurrió en el urbanismo entregado por Istúriz. 

Ernesto, uno de los adjudicatarios de Brisas del Manantial, contó la misma versión de la vocera comunal. Junto a otras 67 familias, fue incluido como beneficiario de la GMVV después de que funcionarios de Protección Civil declararon en 2011 de alto riesgo la zona que habitaba, en el sector La Quebrada de Brisas del Manantial II. 

“A los materiales les salieron más dueños que cantidad de adjudicatarios y comenzó a faltar para culminar las casas”

Ernesto Vizcaíno

A finales de 2012, los posibles adjudicatarios, junto con maestros de obra contratados por representantes de la GMVV, comenzaron a ensamblar la estructura de hierro de cada una de estas casas, pero al llegar los bloques, cemento, arena, piedras y láminas de zinc los materiales comenzaron a desaparecer. La construcción era monitoreada por coordinadores comunales avalados por el Gobierno.

“A los materiales les salieron más dueños que cantidad de adjudicatarios y comenzó a faltar para culminar las casas. Sólo terminaron las que fueron vigiladas por quienes serían sus dueños, que dormían en el terreno baldío para cuidar de su material”, recuerda.

Seis meses transcurrieron antes de que  Ernesto fuera llamado a participar en el acto que daría por culminada la obra y ordenaría la ocupación de aquellas viviendas que les habían prometido, pero según cuenta, toda la transmisión fue realizada en la única casa que lograron terminar y frisar. “Al resto ni una foto le tomaron”, asegura.

Residentes del urbanismo Brisas del Manantial, en Anzoátegui, aseguran que los materiales para la culminación de las casas fueron repartidos por coordinadores comunales a familiares y conocidos
| Giovanna Pellicani

Al otro lado del país, una contratista zuliana, que por temor pidió reservar su identidad, contó una historia similar.  Veía por televisión, en el programa Jueves de vivienda que transmite el canal estatal venezolano, cómo entregaban casas que solo eran losas, es decir, las bases de las viviendas. Lo sabía de primera mano porque ella era la representante de una constructora que trabajó en la GMVV en el estado Zulia.

Cuenta que a los constructores los llamaban a reunión cada vez que se iban a hacer anuncios desde Caracas. “El Gobierno pedía que se pusieran las losas y eso lo contaban como una casa".

La contratista zuliana describe la corrupción dentro del programa como “gigantesca”. Para la construcción de casas, de apartamentos y el vaciado de las losas no se usaron los materiales que se necesitaban, sino menos. “Esa era la ganancia, pero yo no lo sabía”.

Comenta que había constructores que ya tenían claro cómo ahorrar material y quedarse con lo que les sobraba. “Por ejemplo, la plantilla tenía que llevar nueve sacos de cemento y tres metros de arena. Ellos le tiraban cuatro metros de arena y le echaban cinco sacos de cemento y se quedaban con el material que sobraba”.

“El Gobierno pedía que se pusieran las losas y eso lo contaban como una casa”

Constructora zuliana

Un día fue a pedir materiales al departamento de inspección de la obra y le preguntaron: “¿Dónde está la cerámica? A ti por cada casa te quedan 35 cajas de cerámica, también cemento y sacos de pego hasta para tirar para el techo”. No supo qué responder, ya había hecho casas y apartamentos con todo el material que le dieron.

Ese día la constructora se llevó 25 sacos de cemento, cajas de cerámica y nueve piezas sanitarias. Ya estaba de salida, la habían amenazado y le habían quitado el contrato. En ese momento dice que no tuvo miedo, porque asegura que tiene su conciencia tranquila. Si revisan lo que ella tuvo que pagar todo está justificado.

En este momento, vive en una casa pequeñita y dice entre risas y lamentos: “Con todo ese material –la ganancia que le correspondía en esta lógica de negocio–, yo hubiese hecho esta casa tres veces más grande”. 

Una costosa
vivienda
de interés social

Hace ocho años, José Rondón se mudó al sector Los Sauces del urbanismo Ciudad Betania II, ubicado en la parroquia Santa Bárbara del municipio Lander, estado Miranda. Cada vez que llueve, se encomienda a Dios. El agua acelera el movimiento de la tierra donde está edificado su apartamento y aumenta la inestabilidad de la estructura. Rondón teme que su inmueble se derrumbe y ocurra una desgracia. Ciudad Betania es uno de los cinco urbanismos entregados en los Valles del Tuy en el marco de la GMVV. 

Maduro aseguró que en las 1.160.000 viviendas que se construyeron entre 2011 y 2016 habían gastado 95.000 millones de dólares

Durante su participación en la Conferencia Hábitat III de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en octubre de 2016, Maduro aseguró que en las 1.160.000 viviendas que se construyeron entre 2011 y ese año habían gastado 95.000 millones de dólares. Esos datos significan que cada vivienda construida en este periodo costó más de 81.000 dólares.

Casi cuatro años más tarde, en octubre de 2020, Maduro dio otra cifra y aseguró que cada una de las 200.000 viviendas de la misión construidas en medio de la pandemia por COVID-19 y de las sanciones aplicadas a su gobierno por Estados Unidos, costaron 60.000 dólares. El monto es más bajo y, aún así, duplica el costo promedio de una vivienda social en América Latina.

Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una vivienda de interés social –dependiendo del terreno y su ubicación, acceso a los materiales de construcción, necesidad de servicios, los metros cuadrados de construcción y la inflación del país donde se construye– puede costar entre 25.000 y 35.0000 dólares cada una, muy por debajo de 81.896 dólares, que sería el costo de cada vivienda, según la cifra presentada por Maduro en octubre de 2016, y la mitad de lo que dijo el gobernante en 2020.

Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una vivienda de interés social puede costar entre 25.000 y 35.0000 dólares cada una, muy por debajo de 81.896 dólares

El expresidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), Juan Andrés Sosa, quien estuvo al frente del organismo entre los años 2016 y 2019, coincide con las estimaciones del BID y apunta: “De ser ciertas las cifras ofrecidas por Maduro en Ecuador, las viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela están dentro de las más costosas de América Latina”.

En un informe publicado en el año 2019, el gremio de constructores advirtió que, en muchos casos, no se pagaron terrenos, impuestos, financiamiento, gastos de promoción y comercialización. Además, la GMVV “hizo uso de sistemas y servicios ya establecidos como acometidas de agua potable, aguas servidas o electricidad, lo que disminuye la inversión requerida. Esto sin profundizar en la baja calidad de los materiales y acabados”.

Una vecina de Rondón, que pidió proteger su identidad, vive en uno de los 22 edificios del urbanismo Ciudad Betania II que está en riesgo. “Entre la torre 31 y la 60 el peligro es inminente. El terreno no es apto para este tipo de construcciones y así lo revela un informe levantado por Protección Civil”, aseguró.

“De ser ciertas las cifras ofrecidas por Maduro en Ecuador, las viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela están dentro de las más costosas de América Latina”

Juan Andrés Sosa, expresidente de la Cámara Venezolana de la Construcción

La mujer destacó que hay apartamentos con paredes agrietadas y desniveles en las áreas cercanas a la planta baja de los edificios. El tendido eléctrico está a punto de venirse abajo y el paso vehicular se desplomó. “En total somos 440 familias las afectadas”, agregó.

Esas casas endebles y de pésima calidad donde viven José y su vecina, se cuentan en la inversión millonaria dicha por Maduro.

Millones
bajo un velo
opaco

La reportería para este trabajo además identificó que 114 actores, entre personas, instituciones y organizaciones, participaron en la gestión de este programa. Un rastreo a través notas de prensa, memorias y cuentas y Gacetas Oficiales de los primeros seis años muestra que la misión involucró a 47 empresas del Estado venezolano, 15 privadas, además de 22 compañías extranjeras, cuatro ministerios y otras 13 instituciones públicas, y también incluyó cinco fondos presupuestarios, cinco programas sociales manejados por el Estado, dos bancos y una aseguradora. Esa dispersión y la opacidad que rodea al programa estatal de viviendas sociales hacen que conocer en detalle la gestión de la GMVV y de los recursos asignados sea una tarea que resulta imposible por la intrincada trama de entes que participan.

Entre esa multiplicidad de actores, hay tres empresarios, dos funcionarios y 22 empresas que son señalados de participar en casos de corrupción vinculados con la GMVV.

En el urbanismo Ciudad Betania II, ubicado en el estado Miranda, las aceras y parte del estacionamiento se fracturaron desde la torre 31 hasta la 60, debido a la inestabilidad del terreno donde fueron construidos 22 edificios
| Cortesía, vecino de Ciudad Betania II

Daniel Rosas, abogado especialista en políticas públicas y profesor en Gerencia Pública del IESA, explica que el uso de diversos fondos para el financiamiento de la misión es una estrategia política del Gobierno. “En teoría ninguno de esos fondos debería existir. Todo eso debería ir por el presupuesto nacional, pero usarlos asegura al Ejecutivo mayor discrecionalidad porque ninguno pasa por la Asamblea Nacional. Los ejecuta sin rendirle cuentas a nadie”. 

Entre esa multiplicidad de actores, hay tres empresarios, dos funcionarios y 22 empresas que son señalados de participar en casos de corrupción

Un informe publicado por Transparencia Venezuela en el año 2014 indica que la información disponible sobre las fuentes de financiamiento de la misión es escasa, por lo que implica cierta complejidad y dificultad presentar las cifras y rastrear a los involucrados. “Nos encontramos así con una compleja estructura presupuestaria para la GMVV, ya que son muchos los componentes involucrados y cada año varían las instituciones que participan en la logística del programa”.

Item 1 of 4

Del gran mar de actores, esta investigación contabilizó la participación de cinco empresas constituidas con fondos estatales para el desarrollo de la misión que no cumplieron con su fin, especialmente aquellas que fueron creadas en el marco de convenios internacionales con países como Irán y Portugal. 

De acuerdo con la información publicada en medios oficiales, en los convenios se estableció la dotación de maquinaria y preparación a tres empresas nacionales, la construcción de una planta de cemento que produciría un millón de toneladas métricas y una planta de bloques.  Sin embargo, diez años después, la reportería en campo evidenció que las empresas no cumplieron con la dotación de materiales ni con la producción de cemento acordada, y los bloques no fueron destinados para la GMVV, sino que son comercializados en dólares y exportados hacia Aruba.

La opacidad, las vinculaciones o los contratos inacabados no han sido la única irregularidad del programa. El nepotismo también forma parte de la lista

Las empresas extranjeras que participaron en el programa no solo llegaron a Venezuela para instalar compañías de la mano de gobiernos regionales, sino que también construyeron directamente casas para la misión. No obstante, al menos diez de ellas se han visto envueltas en hechos irregulares como no cumplir con los plazos y cantidad de casas a construir previstas, pagar comisiones para ganar contratos o hacer triangulación.

Patrones irregulares también se encontraron en empresas privadas venezolanas contratadas para ejecutar obras para la GMVV. Esta investigación pudo determinar a través de información del Registro Nacional de Contratistas (RNC) que al menos tres urbanismos quedaron inconclusos, y en uno ni siquiera se comenzó la edificación de casas. También se pudo determinar que al menos cinco empresas pertenecen a personas que se les vincula con personajes del oficialismo.

La opacidad, las vinculaciones o los contratos inacabados no han sido la única irregularidad del programa. El nepotismo también forma parte de la lista. Un trabajo publicado por el Diario Las Américas evidencia cómo uno de los tres ministros que han pasado por el Ministerio de Hábitat y Vivienda, desde que se creó la misión, puso en cargos relacionados a la construcción a varios miembros de su familia.

Rafael Uzcátegui, director de la ONG Provea, explica que la GMVV fue una de las últimas misiones creadas por el chavismo y que su constitución se debió a las constantes denuncias realizadas al gobierno de Chávez por tener el menor número de casas construidas en comparación con los gobiernos anteriores. “El derecho a la vivienda era el que tenía más rezago en el conjunto de derechos promovidos por Chávez. Había déficit habitacional de casi tres millones de viviendas, donde 800.000 personas vivían en condiciones de alto riesgo”.

“Hubo una orden para que todos se abocaran a solucionar el déficit habitacional, por eso es que se ven a muchas instituciones involucradas”

Rafael Uzcátegui, coordinador general de Provea

Uzcátegui comenta que en los primeros años de la misión se hizo un esfuerzo para aumentar la cantidad de viviendas construidas. “Hubo una orden para que todos se abocaran a solucionar el déficit habitacional, por eso es que se ven a muchas instituciones involucradas, y muchas que no tienen nada que ver con la construcción de viviendas, como Pdvsa. Esta orden generó una altísima dispersión”.

Las viviendas
que no construyó
la GMVV

Los residentes del urbanismo Solidaridad Litoral, ubicado al oeste del estado Vargas, una entidad costera al norte de Venezuela, no tienen idea de porqué sus documentos de adjudicación dicen que las viviendas forman parte de la GMVV. Viven allí desde 2004, siete años antes de que se creara la misión.

“Cuando nos mudamos aquí eso de la Misión Vivienda no existía. En nuestro caso perdimos la casa en Macuto por la Tragedia de Vargas en 1999 y a través de los censos para damnificados nos llamó el Fondo de Desarrollo Urbano para decirnos que teníamos la oportunidad de comprar una vivienda con un crédito especial, respaldado por el Gobierno nacional”, cuenta Ligia Hernández, vecina del urbanismo.

“Cuando leí el documento me sentí burlada, porque parecía que nos estaban otorgando una casa en ese momento y que éramos damnificados de las lluvias del año 2010 y mi familia y mis vecinos teníamos más de diez años en el urbanismo”

Ligia Hernández

Al preguntarle sobre el porqué de esta inclusión en la GMVV, Hernández encoge los hombros. No sabe la razón, pero sabe cómo se sintió.  “Cuando leí el documento me sentí burlada, porque parecía que nos estaban otorgando una casa en ese momento y que éramos damnificados de las lluvias del año 2010 y mi familia y mis vecinos teníamos más de diez años en el urbanismo. Pero habíamos peleado mucho por los papeles, y la gente de la Inmobiliaria Nacional y Banco Nacional de Vivienda y Hábitat nos dijeron que si no los firmamos así, pues no tendríamos ningún documento. Así que lo aceptamos”, recuerda la mujer.  

En 2011 se inició en Vargas el proceso de expropiación de terrenos para la construcción de viviendas en el marco de la GMVV. Diez años después, los terrenos privados no han sido cancelado a sus dueños
| Cruz A. Sojo - Archivo

El proyecto inicial planificaba la construcción de 48 casas unifamiliares tipo town house y 18 edificios de 41 apartamentos cada uno. El ente encargado de su construcción era el Fondo Nacional de Desarrollo Urbano (Fondur), teniendo como base, recursos donados a Venezuela por la Unión Europea, para construir viviendas en medio de la emergencia, pero no se ejecutó la totalidad del proyecto. 

En 2012, el Ministerio de Vivienda y Hábitat retomó la construcción de los edificios 8 y 9 del urbanismo Solidaridad Litoral, culminando 80 apartamentos en diez meses, que entregaron posteriormente a los nuevos beneficiarios. Esta entrega fue enmarcada en la GMVV.

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Hernández no duda que su apartamento está contabilizado en esas cifras rimbombantes que anuncia el gobierno de Maduro, aunque en realidad la GMVV no tenga responsabilidad directa en la construcción de su vivienda. 

Uzcátegui relata: “Cuando apareció la crisis y se tenían menos recursos, comenzaron a incluirse dentro de la cifra cualquier acción del ministerio. Por ejemplo, si a una persona le daban un crédito para construir una casa eso se contabilizaba como una vivienda, si en la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor se pintaban 12 apartamentos, se decía que 12 apartamentos habían sido construidos por la misión”.

“Cuando apareció la crisis y se tenían menos recursos, comenzaron a incluirse dentro de la cifra cualquier acción del ministerio”

Rafael Uzcátegui, coordinador general de Provea

Tras la revisión de prensa oficial, páginas web de las gobernaciones, Inmobiliaria Nacional, el Ministerio de Vivienda y Hábitat, notas de prensa locales, listas de beneficiarios de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), la consulta a miembros de infraestructura de algunas gobernaciones y entrevistas con líderes comunitarios, El Pitazo ubicó solo 174.659 viviendas de las 3.524.370 que asegura el Gobierno haber construido a nivel nacional. 

En la construcción de la data participaron 34 periodistas: 30 corresponsales y cuatro reporteros de investigación. Además, el registro contó con dos rondas de verificación donde los reporteros centrales revisaron el primer registro documental usando otras técnicas de búsqueda. Luego, los corresponsales verificaron en el campo si efectivamente se habían construido la cantidad de viviendas que las notas de prensa oficiales informaban. El proceso duró poco más de cuatro meses.

Provea, que también cuenta con un registro hemerográfico de las entregas, contabilizó 232.072 viviendas entregadas entre 2011 y 2019 (con excepción del año 2013), a nivel nacional, apenas el 8% de las que el Gobierno asegura haber construido en esos años. Sin embargo, entre 2017 y 2019 el oficialismo anunció la mayor cantidad de entregas: 1.728.554 viviendas. En el mismo periodo Provea contabilizó 27.431 construcciones, solo 1,5% de las que promociona el Gobierno. 

La diferencia entre las cifras de El Pitazo y Provea puede deberse a la verificación de campo que se realizó para este trabajo. Una nota de prensa publicada en la página web de Pdvsa en 2011 informa que en el urbanismo Cañaveral, en el estado Cojedes, habían entregado 103 viviendas. Pero en abril de 2021 una líder vecinal aseguró a El Pitazo que solo se han construido 70 casas en ese urbanismo. Esta situación se evidenció en la mayor parte de los estados. 

Uzcátegui asegura que el oficialismo incluye en las cifras que ofrece de las viviendas construidas por la GMVV, casas que han sido construidas por el sector privado, por cooperativas y las remodeladas por la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor. “Cuando fallece Chávez, el impulso con el que venía la misión comienza a perder energía. Para ocultar esa ineficacia, la misión empieza a incluir en sus cifras las casas construidas por distintos sectores, asegurando que todo lo que se construía era fruto de la misión”.

Habitantes de El Vidoño, urbanismo construido por la GMVV en Anzoátegui, temen que la Torre E se desplome
| Giovanna Pellicani

Los cálculos de El Pitazo suman urbanismos en Aragua que fueron construidos por la misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, pero que finalmente fueron entregados en el marco de la GMVV. También incluyen a urbanismos como Ciudad Betania I y II, Pueblo Nuevo y Ciudad Belén, que iniciaron su construcción hasta cinco años antes de la creación de la GMVV, pero que fueron comprados y culminados en el marco de este programa. Además, se incluyen 45 casas entregadas en Apure solo con las paredes levantadas, y  siete apartamentos entregados sin terminar en Anzoátegui. 

Sin embargo, se restaron los urbanismos que, como en el estado Vargas, se promocionan como entregas de la GMVV, pero que fueron construidos por programas anteriores a su creación. Tampoco se tomaron en cuenta viviendas proyectadas o promocionadas como construidas y que la investigación constató que no fueron entregadas. 

Así ocurrió en el estado Falcón. En siete urbanismos proyectaron construir 5.768 viviendas, de las cuales solo construyeron 1.922. Es decir, apenas 33%. Estas prácticas, de promocionar como entregas de la GMVV casas que no se culminaron o que fueron construidas años antes de la creación del programa, se repiten en todo el país. 

El Pitazo ubicó solo 174.659 viviendas de las 3.524.370 que asegura el Gobierno haber construido a nivel nacional

La investigación también evidenció, y no en todos los casos se sumó, la entrega de viviendas cercanas al inicio de la GMVV. Por ejemplo, en el mes de mayo de 2011, un mes después de la publicación en Gaceta Oficial de la constitución de la GMVV, el fallecido Hugo Chávez entregó 432 apartamentos en la Limonera, municipio Libertador, en la ciudad de Caracas. Incluso, las cifras oficiales dan cuenta de que la primera vivienda que entregó este programa coincidió con el día de la creación oficial de la GMVV. 

También están las viviendas que no se concluyeron. Por ejemplo, en Apure fueron entregadas 45 casas que solo tenían las paredes. En el urbanismo Brisas del Río las viviendas no contaban ni con la instalación de aguas servidas. Eran las paredes y un techo sobre un piso de tierra; sin baños, drenajes y ventanas. Por tres meses, mientras se culminó la red de cañerías, quienes recibieron las viviendas tuvieron que usar bolsas como sanitarios.

Sus habitantes cuentan que a algunas familias, luego de la mudanza, les entregaron materiales de construcción para finalizar el trabajo. Sin embargo, aseguran que es incuantificable la inversión que hacen los propietarios para poder terminar la obra. El día de la entrega de las casas recibieron una constancia y las autoridades se comprometieron a terminar las viviendas. A enero de 2021, este compromiso tampoco se había concretado.

El testimonio de Ronald, un beneficiario de la GMVV que no quiere dar su apellido por temor a represalias, también muestra que el ritmo de entregas de viviendas desdice la rapidez con la que el chavismo dice construir las casas de la GMVV. Tras seis años de espera, en octubre de 2020 recibió un apartamento en el urbanismo Week-End, ubicado en Vargas, en la costa del litoral venezolano. Lo incluyeron en una lista en 2014, cuando entregaron los primeros 40 apartamentos del urbanismo que tiene proyectados 160 proyectados. Desde ese año, solo han entregado 80 viviendas: 40 en 2014; 20 en 2016 y 20 en octubre 2020. El resto de las estructuras se encuentra sin culminar.

Ronald dice que de la entrega algo le sorprendió, porque el ministro de Vivienda y Hábitat, Ildemaro Villarroel, dijo que en medio de la pandemia iban a superar las 400 mil viviendas construidas, es decir, un promedio de 1.096 casas construidas por día. “Si todo está paralizado, es difícil terminar esa cantidad de viviendas”. De hecho, para la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), es un imposible. “Con planes macros de desarrollo urbano, equipos modernos, mano de obra especializada y material, países desarrollados se trazan metas de 200.000 viviendas anuales. Más de esa cifra, saben que es una quimera. Venezuela no tiene esa capacidad de construcción inmobiliaria. Hablamos de un promedio de 45 a 46 viviendas por hora. Una meta que se dificulta, aún más, en la pandemia”, advierte Juan Andrés Sosa,  expresidente de la CVC.

La percepción de Ronald  y el análisis de Sosa, ante la inconsistencia de la cifra de construcción anual de viviendas el año pasado, también coincide con el cálculo de El Pitazo. Según el seguimiento, en 2020 los medios oficiales anunciaron la entrega de 12.403 de las 400.000 viviendas que el Gobierno dice haber construido.

El Pitazo ubicó en Caracas 16.237 viviendas construidas por la GMVV, 8% de las anunciadas por el oficialismo
| Ronald E. Peña

El 18 de marzo de 2021, Nicolás Maduro, en el estado Yaracuy, anunció el hito de las 3.500.000 viviendas entregadas. En la alocución aseguró: “Llueva, truene o relampaguee, llegaremos a cinco millones o más, porque la Gran Misión Vivienda Venezuela tiene que seguir”. 

Desde su vivienda en Vargas, Ronald espera que en esa continuidad recuerden las casas pendientes en su urbanismo. 

“Yo no soy mal agradecido, pero bastante que tuve que trabajar con la gente del partido (el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela - Psuv) y los comités de vivienda para que me tomaran en cuenta. Pero yo digo, ¿si terminaron de hacer 400.000 casas en todo el país, ¿por qué no terminan las 80 que faltan por terminar aquí, que tienen años haciéndolas, si aún hay una lista grande de gente esperando casas aquí en La Guaira?”, se pregunta Ronald. Una pregunta que se mantiene sin respuesta.

Este reportaje fue realizado por El Pitazo y CONNECTAS, con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ) en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación de las Américas

CRÉDITOS

COORDINACIÓN
Grisha Vera . Nadeska Noriega . Patzzy Salazar

EDICIÓN
Equipo Connectas . César Batiz

REDACCIÓN
Grisha Vera . Nadeska Noriega . Patzzy Salazar . Giovanna Pelicanni . Sheyla Urdaneta . Rosanna Batistelli . María Eugenia Díaz .

DATA
Nadeska Noriega . Patzzy Salazar . Grisha Vera . Sammy Paola Martínez . Armando Altuve . Daniel Benitez . Rosanna Battistelli . Génesis M. Figueroa . Pola Del Giudice . Lidk Rodelo . Jesymar Áñez . Ruth Lara Castillo . Paula Bauer . Francisco Chirinos . Carlos Suniaga . Lorena Bornacelly . María Gabriela Danieri

Liz Gascón . Irene Revilla . Lisbeth Barboza . María Eugenia Díaz . Giovanna Pellicani . Marinelid Marcano . Yesenia García . Sheyla Urdaneta . Nataly Angulo . Mayreth Casanova . Edwin Urdaneta . Eira González . Johana Prieto Andrade . María Fernanda Rodríguez . Bianile Rivas . Mariangel Moro . Alexander Olvera . Marieva Fermín

DISEÑO E INFOGRAFÍA
Elsy Torres . Antonio Ramón Hernández

AUDIOVISUAL
Conceptualización y dirección creativa: Alma Ariza
Animación y edición: Alexis Navarro
Locución: Catherine Medina
Ilustraciones: FREEPICK.COM - PNGTREE.COMrro

Fotografía: Ronald E. Peña

RADIO
Isabella Reimí . Luis Magallanes

CORRECCIÓN DE ESTILO
Loly Áñez . Juan Bravo . María Belén Hernández