Tras unas cuestionadas elecciones presidenciales, el gobierno de Nicolás Maduro llevó adelante comicios regionales y municipales en Venezuela, una movida que permitió la reconfiguración del mapa político y la reposición de las fichas que controlan los clanes políticos que sostienen al oficialismo en el país en cada estado
Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró, sin publicar evidencia, la victoria de Nicolás Maduro en las votaciones presidenciales del 28 de julio de 2024, el reelegido mandatario venezolano comenzó un ejercicio de renovación que arrancó con su gabinete ministerial: 17 ratificaciones y 18 nuevos titulares pasaron a ser parte del Ejecutivo.
En 2025, aquellos aires de cambio han continuado. Un trío de nuevas jornadas electorales, cuyas garantías democráticas y de libertad han sido puestas en entredicho por organizaciones nacionales e internacionales, ocurrieron el 25 de mayo, cuando se eligieron a los nuevos gobernadores de cada estado y a los miembros de la Asamblea Nacional y Consejos Legislativos; y el 27 de julio, cuando los alcaldes de 335 municipios fueron escogidos.
Sin sorpresas, el CNE anunció el triunfo del chavismo en ambos comicios, con 23 gobernadores -contando al de la Guayana Esequiba- del Gran Polo Patriótico (GPP) y 285 alcaldías pertenecientes dicha coalición, con una participación electoral de solo 29%.
Esta investigación revisó los perfiles y determinó la conexión de los gobernadores y alcaldes a los clanes políticos que sostienen y controlan el alto gobierno, que son: la pareja presidencial, con Nicolás Maduro y Cilia Flores al mando de la jefatura del Estado; los Cabello, con el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello al frente; los hermanos Delcy (vicepresidenta de la República) y Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional); y Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, cuyas fichas no están puestas en gobernaciones y alcaldías sino en el ala militar que comanda.
La consulta hizo posible que se comprobara que los grupos de Maduro y Cabello dominan al menos 15 (63%) de las 24 gobernaciones del país. Mientras que el primero despliega su poder en el centro y occidente del país, el segundo lo hace hacia los estados andinos y los del sur del país.
El mazo en las gobernaciones
De las 24 gobernaciones disputadas, 13 fueron renovadas con nuevos rostros: Aragua, Barinas, Bolívar, Lara, Delta Amacuro, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Sucre, Yaracuy y Zulia. En este grupo, siete ascendieron de alcaldes a gobernadores, como es el caso de la hoy gobernadora de Aragua, Joana Sánchez, anterior alcaldesa del municipio Santiago Mariño de ese estado; y de la de Bolívar, Yulisbeth García o ‘’la Tata’’, anterior alcaldesa del municipio Piar en la misma entidad, con una cuestionada gestión que convirtió a la zona en un territorio para la minería y comercialización ilegal de oro, de acuerdo con una investigación de Armando.info.
La Guayana Esequiba, ubicada al sur del país y declarada como un estado más de la nación por la Asamblea Nacional el 21 de marzo de 2024, obtuvo al almirante Neil Villamizar, cercano a Maduro, como su primer mandatario.
Al menos ocho gobernaciones (Amazonas, Apure, Bolívar, Miranda, Sucre, Monagas, Táchira y Trujillo) estarían vinculadas a Diosdado Cabello; siete a Nicolás Maduro (Aragua, Carabobo, Delta Amacuro, Falcón, Mérida y Nueva Esparta); tres a los Chávez (Barinas, Lara y Portuguesa); y dos con los hermanos Rodríguez (Anzoátegui y Cojedes). En los cuatro casos restantes no se pudo determinar su relación.
El único estado que se salió de las manos de Maduro fue Miranda, que hoy regresa a Diosdado Cabello a través de Elio Serrano, uno de sus antiguos funcionarios cuando estaba al frente del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda. Allí estuvo Héctor Rodríguez, actual ministro de Educación de Maduro.
Cabello supo mantener a sus gobernadores aliados en Amazonas, Apure, Táchira, Trujillo y su natal Monagas, y logró reemplazar a su acólito en Sucre, Gilberto Pinto, con otra exfuncionarias de confianza: Jhoanna Carrillo.
Los Chávez también recuperaron terreno. De estar solo presentes con Antonio Primitivo Cedeño en Portuguesa, quien fue reelegido, ahora tienen huella en Lara, con Luis Reyes Reyes, y Barinas, con Adán Chávez, el bastión que les fue arrebatado en 2022 con el opositor Sergio Garrido, luego de que no reconocieran el triunfo de otro opositor en sus tierras, Freddy Superlano (hoy preso político), en noviembre de 2021.
Los hermanos Rodríguez no sumaron ni restaron a sus dominios. Solo mantuvieron a sus aliados en las gobernaciones de Anzoátegui y Cojedes (aunque este se presente como opositor), quienes fueron reelegidos.
Borrón y cuenta nueva en las alcaldías
Tras poner un candado sobre 23 entidades, la mayoría de estados sufrieron una reestructuración con los comicios municipales, donde la élite removió figuras opositoras y tomó un control político casi total de los municipios, empezando con Zulia, el estado más poblado de Venezuela, bastión de la oposición en elecciones anteriores, así como territorio clave para la economía del país y el narcotráfico, según la organización Insight Crime.
De 21 municipios, 16 fueron renovados y solo uno, el municipio Rosario de Perijá, se mantuvo opositor con la reelección de Ely Atencio, miembro de Acción Democrática.
Apure sufrió una reestructuración con seis nuevas alcaldías de siete municipios que alberga, vinculadas a Cabello y los Chávez. Los cuatro municipios de Delta Amacuro también recibieron nuevos titulares en sus localidades, dos de ellos relacionados a Maduro. Ambas entidades son sitios de interés para el contrabando de bienes y droga.
Portuguesa y Guárico fueron otras entidades donde más de la mitad de los alcaldes fueron reemplazados. En el primer caso, cambiaron a siete de 14, y en el segundo, a ocho de 15.
Poder militar al sur
Bolívar, epicentro de explotación minera ilegal y contrabando de oro, tiene al menos cinco alcaldías vinculadas al poder militar con Cabello, incluyendo al alcalde de Angostura del Orinoco (antiguo Heres), ciudad capital, Sergio de Jesus Hernández, que también es militar y ‘’ acompañó a Hugo Chávez desde sus inicios en el poder’’, informó un reportaje de Efecto Cocuyo.
En Amazonas, también foco de explotación aurífera y de otros minerales, cinco alcaldes fueron reelectos y dos estrenaron cargo, también están relacionados al ministro del Mazo.
Los ‘‘vitalicios’’ y los viejos conocidos de vuelta al ruedo
Si por un lado hubo nuevos titulares, para otros candidatos hubo la confirmación de un tercer, cuarto o hasta sexto período. En Táchira, al menos tres candidatos -Luis María Mendoza en el municipio Independencia, Natalia Chacón en Lobatera y Willington Vivas en García de Hevia- iniciaron su cuarto periodo.
En Mérida, el alcalde de Santos Marquina, José Otalora, comenzó el quinto mandato. En Falcón, el alcalde de Palma Sola, Giuseppe Palmieri; y en Bolívar, el de El Callao, Coromoto Lugo, llegaron a un sexto mandato.
Caras conocidas volvieron a las alcaldías después de años fuera de las municipalidades, entre ellas, Giovanny Parra, que fue alcalde de Peña en Yaracuy entre 2008 y 2017, y Carlos Puerta, mandatario en José Antonio Páez, del mismo estado, entre 2004-2017, que volvieron para este año, junto al menos 11 más.
La revisión de las hojas de vida, relaciones y redes sociales de los funcionarios regionales y locales permitieron reconocer que Maduro no ha hecho más que ganar terreno en todas las esferas evaluadas. Pese a los aliados que mantiene Diosdado Cabello, la relación entre el espacio ganado en las gobernaciones y las alcaldías obtenidas confirman que el mandatario venezolano ha afianzado su dominio y sumado acólitos con poder en distintos rincones del país.