El tachiraptor: los rastros de un dinosaurio en nuestros Andes

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Gabriela Rojas

En un tramo de carretera entre las poblaciones de La Grita y Seboruco, en el estado Táchira, fueron descubiertos a finales de la década de los 80 varios restos de lo que luego fue registrado como fósiles de dinosaurios. La mayoría pertenecía a un herbívoro de tamaño pequeño que más tarde se denominaría Laquintasaura, una especie de lagarto que vivió hace 200 millones de años, a inicios del período Jurásico. 

En esos primeros hallazgos también aparecieron algunos dientes. Por eso la investigación apuntaba a que además de aquel lagarto herbívoro, tenía que haber restos que indicaran la existencia de un depredador. 

En 2011 se confirmó esta teoría al encontrar algunos huesos de terópodos, una especie con características saurias que tienen huesos huecos y extremidades con tres dedos como garras funcionales.

Por la combinación de elementos que lo identificaban se le dio a esta especie su peculiar nombre: el estado donde fue hallado -Táchira-  junto al término en latín que significa ladrón: raptor, más el apellido Admirabilis, un homenaje a la campaña heroica llevada a cabo por Simón Bolívar al cruzar los Andes durante la lucha independentista. 

En 2014, la especie Tachiraptor Admirabilis fue descrita por el equipo encabezado por el paleontólogo venezolano Ascanio Rincón, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y Max Cardoso Langer, del Laboratorio de Paleontología de la Universidad de Sao Paulo, más el trabajo de tres investigadores: el ingeniero geólogo venezolano Andrés Solorzano, el geocientífico Jahandar Ramezani y Oliver Mischa. La investigación se publicó en la Royal Society Open Science.

Eran dos fósiles hallados en una capa de la Formación La Quinta, y las pruebas con zirconio revelaron que data del período Hettangiense, a principios del Jurásico. La publicación en el Royal Society Open Journal destaca lo crucial de este descubrimiento en una zona como el norte de Suramérica, donde no se habían encontrado restos esqueléticos hasta esa fecha.

El hallazgo reveló que se trataba de un animal relativamente pequeño que medía alrededor de 1,5 metros desde la punta de la nariz hasta el extremo de su cola.

Rincón comentaba en diversas entrevistas que las investigaciones en La Grita comenzaron 17 años antes del hallazgo. "Fue hace un año y medio (mediados de 2012) que nos encontramos con un hueso largo y extraño que parecía la tibia de un dinosaurio. Supimos que se trataba de un carnívoro cuando estudiamos su pelvis”.

De uno de los individuos se consiguió una tibia derecha casi completa y el hueso de la espinilla. El segundo fósil encontrado consistía de la mitad superior dañada de un isquion izquierdo y un hueso de la pelvis.

En el Laboratorio del Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) se conservan los huesos hallados en La Quinta, los fósiles que permitieron la descripción detallada y científicamente registrada de la historia jurásica contada a través del Tachiraptor que dejó un rastro a seguir para entender la conformación de nuestro propio continente.

FICHA TÉCNICA
IDEA: Hallazgo de fósiles que demuestran la existencia de dinosaurios en los Andes venezolanos
AUTOR: Ascanio Rincón (y equipo multidisciplinario de científicos venezolanos y extranjeros)
ÁREA: Paleontología- Arqueología
FECHA: 2014