SALAS DE ENSAYO DETERIORADAS

“Mi sueño es tener mi propio piano. Si tuviera mi propio instrumento avanzaría más en mis clases, pero desde hace cuatro años trabajo pensando en función de comprármelo, pero no he podido. Busqué trabajo en la universidad en la que me gradué como ingeniero en electrónica y me prometieron que si daba clases de música a los jóvenes de El Sistema que tienen un espacio en ese lugar, me pagarían. Todo fue un engaño. Trabajé gratis un año. Nunca me pagaron y me fui”. 

La cita es de Daniel Pineda, pianista y arreglista. Desde que tenía 10 años estudia piano, se graduó de ingeniero y a la par estudia cuarto semestre de música en la Facultad Experimental de Artes de la Universidad del Zulia. 

El músico ahora usa un instrumento prestado, debe tocar en sitios nocturnos y en fiestas privadas. No es la música que le apasiona, pero es la que le da para comer, para mantenerse, para pagar el alquiler de su casa. Esta situación lo frustra. “Por eso quiero irme del país. No es posible que no pueda reunir 1.500 dólares. No puedo reunir ni siquiera 900 dólares, que es lo que cuesta el piano más viejito, del que tengo una oferta”, relató Pineda.

La "orquesta más grande del mundo" no pudo proveer a este joven músico de una recompensa por su trabajo ni se le concretó una oportunidad laboral. Tampoco cuenta con los lugares idóneos para ensayar y seguir creciendo. El programa futurista, que se planteó hace 15 años, aún es una promesa. Sus músicos tienen que hacer malabares para sobrevivir, y comprar sus propios instrumentos es un sueño que no todos logran alcanzar.

El 73% de avance físico del nuevo Centro en Caracas, la sede principal de El Sistema, donde se han presentado artistas de talla internacional, y los 44 núcleos de la capital contrastan con la realidad de la infraestructura en el interior del país, la que quedó postergada para una tercera fase del programa.

En 2014, ocho años antes de que Daniel Pineda abandonara su cargo en El Sistema, ya el programa evidenciaba carencias en sus espacios de ensayo. A más de 1.200 kilómetros de distancia de Maracaibo, donde reside Pineda, la Orquesta Sinfónica de Ciudad Guayana organizó un concierto protesta para exigir una sede para sus ensayos. 

En diciembre, después de cinco años de haber iniciado el proyecto que contemplaba un centro en esta localidad, los músicos organizaron un megaconcierto en la sede del Ecomuseo del Caroní con la intención de mostrar a la Gobernación del estado Bolívar la necesidad de un espacio. A este concierto asistió la secretaria de Cultura, Marisol García, quien aseguró que iban a trabajar en la construcción de la sede.

Desde la fundación de El Sistema en Ciudad Guayana en 1997, la orquesta empezó a funcionar en un espacio del edificio de Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y así fue hasta agosto de 2021, cuando la corporación les pidió desalojar porque el espacio iba a ser parte del Hospital Clínico de Trabajadores de Guayana. Sin embargo, esta sede era insuficiente para los 400 alumnos de la Orquesta Sinfónica de esa ciudad. No tenía buena iluminación, era pequeña y se volvía calurosa para los alumnos.

El gerente de El Sistema en Ciudad Guayana, Edgar Pronio, aseguró: “El terreno fue donado nuevamente junto a una construcción que se denomina DIC y es de 14.000 metros cuadrados. CVG junto a las empresas básicas lo van a adecuar para que El Sistema funcione ahí”.

Lámparas y parte del techo en el piso es lo que se puede observar de la nueva sede de la Orquesta Sinfónica de Ciudad Guayana. Esta infraestructura que era, hasta septiembre de 2021, la División de Ingeniería y Construcción de la CVG, está cerrada para el público, por lo que es imposible conocer las condiciones internas. Este espacio no está en las condiciones óptimas para que el alumnado de la Orquesta Sinfónica de Guayana inicie sus actividades en el lugar. En diciembre de 2021 se repitió el megaconcierto con el fin de mostrar la nueva sede y recoger los recursos necesarios para acondicionarla.

La situación del núcleo de Ciudad Guayana se repite en las otras entidades donde construirían los centros. ARI visitó 29 núcleos de El Sistema en las 7 ciudades donde se construirían los centros, que representan 42% del total de los núcleos en estas entidades. La reportería en campo deja en evidencia que la mayoría de los estudiantes ensayan en universidades, escuelas y distintas edificaciones públicas o privadas bajo la condición de préstamo o alquiler. 

En Barquisimeto, en el núcleo Juan Jacinto Lara, la infraestructura se encuentra deteriorada y no recibe el mantenimiento de limpieza adecuado. El núcleo cuenta con un auditorio con buena acústica, pero está cerrado y no se usa. 

En Mérida, la Misión Venezuela Bella, mediante el programa Barrio Nuevo Barrio Tricolor, pintó la fachada del núcleo principal en diciembre de 2021. Fue la primera vez que se realizó mantenimiento a la edificación desde que El Sistema ocupó el lugar en el que funcionaba un concesionario de vehículos hace 22 años, contó a ARI el gerente de El Sistema para el estado Mérida, Jesús Pérez.

“Uuuuuuf” fue la expresión de la directora encargada del núcleo Maracay, Iraida Pineda, para responder desde cuándo no se le hace mantenimiento a los núcleos en esa localidad. Su colega, Enyu Peña, director musical de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional Santos Michelena, explicó: “Hubo una época, le decimos la época de las vacas gordas, en la que nosotros mismos con el presupuesto de El Sistema teníamos partida para el mantenimiento. Todos los años se pintaba, se revisaba cómo estaba en manto, si funcionaba. Todos los años se le hacía mantenimiento a los aires acondicionados… Pero poco a poco la época de las vacas gordas fue pasando y el presupuesto ya no alcanzaba”. Peña recordó que la última rehabilitación se realizó hace más de una década.

Escucha a Enyu Peña, director musical de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional Santos Michelena.

En Puerto la Cruz, El Sistema cuenta con un nuevo núcleo, en condición de comodato, desde hace cinco años, pero el lugar no fue ideado para la enseñanza de la música. “Hemos tenido capacidad porque es muy grande. Pero no están los salones adecuados para funcionar. Por ejemplo, no hay un espacio cerrado donde se pueda ensayar. Se ensaya en los pasillos”, comentó la gerente general de la Orquesta Sinfónica en Anzoátegui, Rosa Bonus. 

De los 29 núcleos visitados por ARI, 6 fueron rehabilitados entre diciembre de 2021 y enero de 2022, que incluye el núcleo de Maracay. Pero las autoridades aclararon que los recursos para mejorar la infraestructura no provienen de la segunda fase del programa Acción Social por la Música. Los trabajos se realizan gracias a donaciones de las alcaldías, privados, autogestión o por el apoyo del programa nacional Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, que inició en enero de este año, junto al Ministerio de Obras Públicas, una jornada para la rehabilitación de los núcleos principales de El Sistema. 

De los 11 núcleos visitados en Maracaibo, el equipo encontró que 5 están cerrados. Es decir, en esas direcciones ya no funciona El Sistema. Los habitantes y comerciantes que hacen vida en el lugar no recuerdan cuándo dejaron de escuchar los ensayos o ver pasar a niños y jóvenes con instrumentos. ARI no encontró ninguna escuela de música relacionada a El Sistema en 2 de los núcleos que están disponibles en Maracaibo, según la página web de la institución.

Las carencias de esta institución para la enseñanza musical no se limita solo a la infraestructura para los ensayos, sino también a la cantidad de docentes y estudiantes, que ha disminuido, según versiones de varios directivos y personal administrativo de los núcleos, entrevistados para este trabajo. 

La misma carga de frustración que tiene el pianista marabino Daniel Pineda, la lleva otro joven músico de 25 años que cuenta una historia similar. Quiere que lo llamemos José porque sigue trabajando para El Sistema como profesor. No obstante, también debe trabajar en un restaurante sirviendo comida de 2:00 pm a 7:00 pm, y los fines de semana toca con agrupaciones de música popular para poder mantenerse. “El Sistema solo da prestigio. Si vieran la cara de mi familia cuando lo cuentan. Yo por dentro digo, si ustedes supieran”, apuntó.

El pago que recibe es de apenas seis dólares al mes por formar a jóvenes músicos. Se educó en  El Sistema y ahora enseña a otros jóvenes. “No puedo irme. Si me voy me quitan mi instrumento y yo entonces ya no tendría cómo trabajar los fines de semana tocando para poder ayudar en mi casa”, destacó. 

La revisión del proyecto inicial del programa Acción Social por la Música, presentado al BID, contrasta de manera negativa con la condición actual de la infraestructura de los núcleos, profesores y estudiantes. 15 años después de la aprobación del proyecto por el BID, falta casi todo por hacer para que la  “Orquesta más grande del mundo” cuente con las condiciones óptimas para sus ensayos y funcionamiento. 

Méndez, el director ejecutivo de El Sistema, comentó: “Después del Récord Guinnes, estamos desbordados”. La demanda aumentó 27% de inmediato. Además, prevén incluir entre 200.000 y 300.000 niños más este año e incrementar el alcance de El Sistema a 1.800 escuelas públicas más en los próximos 3 años. 

Peña y Pineda, los directivos de Aragua, aseguraron que todos los músicos del país se han visto beneficiados de alguna manera por el Centro de Acción Social por la Música de Caracas. Sin importar las condiciones de las regiones, ellos desde sus espacios no se detienen por lo que les falta. Resaltaron la importancia del objetivo social de la institución. 

Bonus, en Anzoátegui, convino: “Lo que sí es verdad es que lo más importante lo tenemos, que son los niños. Y tenemos algunos sitios en los que podemos trabajar. Soñamos con tener algún día una sede propia con las condiciones que se necesitan, aptas para todo lo que podemos hacer en la orquesta. Pero no nos para el hecho de no tener una sede. Lo triste es que no tenemos un teatro donde presentar a las orquestas”

Escucha a Rosa Bonus, gerente general de la Orquesta Sinfónica en Anzoátegui