La harina de maíz precocida: un invento redondo

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Víctor Amaya

¿Arepas? Primero hay que pasar los granos de maíz por agua hirviendo y algo de cal. Luego deben ser lavados, pelados y llevados al molino. Al terminar de moler, esa masa se humedece con agua para poder amasarla. Dale y dale músculo hasta que esté lo suficientemente suave para que se le pueda dar forma. Una vez conseguido eso, directo al budare para su cocción.

El proceso antiguo para hacer arepas era laborioso y lento. Similar al necesario para cocinar hallacas, empanadas, bollos, majaretes y cualquier preparación con masa de maíz. Así se mantuvo prácticamente inalterado hasta la década de 1950 cuando en Venezuela nació la harina de maíz precocida.

Se trató de un invento del ingeniero Luis Caballero Mejías, un caraqueño que registró en 1954 la patente de un nuevo producto: una harina de maíz deshidratada a la que solo hace falta ponerle agua para poder convertirla en masa de arepas.

"La Arepera" fue la marca bajo la cual Mejías registró la patente 5.176 en el año 1954 ante el Ministerio de Fomento, siguiendo lo establecido en la Ley de Propiedad Industrial y Comercio.

El producto de Mejías cambiaba el proceso. Los granos de maíz eran pelados, cocidos y secados de manera industrial y antes de ser pasados por un molino. Este método aceleraba los tiempos y permitía comercializar un producto empaquetado.

Caballero Mejías había estudiado Ingeniería Mecánica en Chile, luego regresó a Venezuela y trabajó en los astilleros de Puerto Cabello, para luego asumir la dirección de la Escuela Técnica Industrial desde 1935. Con su patente en mano intentó convertirla en negocio instalando un edificio industrial en Caracas. Pero con el tiempo apenas algunos pocos empaques lograron salir al mercado. "No necesita cocimiento. Se prepara al instante" prometía el producto.

Aquejado por una enfermedad, le vendió la patente a Lorenzo Mendoza, quien supuestamente conocía el producto por haberlo visto "en acción" en una arepera de Sabana Grande. Caballero Mejías murió en Caracas en 1959 y empresas Polar registró su primera marca comercial de harina precocida en 1960.

La Harina PAN, cuyas siglas significan Producto Alimenticio Nacional, se mantuvo como la única de su tipo por casi tres lustros hasta que en 1974 otras empresas pudieron comenzar a vender las suyas, al vencerse la patente original.

La popularidad de la harina precocida de maíz en Venezuela -40% de las calorías derivadas de cereales en el consumo nacional para 1990- hizo que el Instituto Nacional de Nutrición investigara su enriquecimiento con hierro, vitamina A, tiamina, riboflavina y niacina, con el propósito de garantizar que aportara 25% de los requerimientos de estos nutrientes en la dieta. Desde 1993 y por decreto presidencial de Carlos Andrés Pérez, toda la harina precocida de maíz vendida en Venezuela debe estar enriquecida.

La harina precocida de maíz inventada por Luis Caballero Mejías no solo se convirtió en estandarte de una empresa venezolana, sino que comenzó a ser replicada en otros países latinoamericanos que también consumen alimentos a base de maíz. La diáspora venezolana, que se calcula supera las 7 millones de personas, ha hecho de esta harina un ítem con viabilidad comercial en destinos donde nunca antes lo había sido.

FICHA TÉCNICA 
IDEA: Harina precocida de maíz
AUTOR: Luis Caballero Mejías
ÁREA: Ingeniería de alimentos
FECHA: 1954, pleno apogeo de la radio en Venezuela y de patrocinios comerciales en radionovelas dirigidas a las amas de casa