A siete años de la creación del Arco Minero del Orinoco, aún resulta complejo cuantificar las toneladas de minerales que se explotan anualmente. Es aún más difícil saber cuánto se va por los canales regulares (centralizados) y cuánto por contrabando (flujos dispersos), como identificó la OCDE en su último informe de 2021 sobre los flujos ilícitos del oro en Venezuela. El último reporte oficial de producción de oro que se conoce data de 2018, cuando el Banco Central de Venezuela (BCV), ente encargado de la custodia del oro producido y de autorizar su comercialización, registra en sus estadísticas la compra interna de 9,72 toneladas de oro provenientes del Arco Minero.
En 2018, se produjeron 35 toneladas de oro en el Arco Minero del Orinoco si se toma en cuenta el reporte de la Oficina Estratégica de Seguimiento y Evaluación de Políticas Públicas del Despacho del Viceministerio de Exploración e Inversión Ecominera del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico. Esta instancia anunció que al cierre de ese año, fueron entregadas al BCV 10,5 toneladas que representan el 30% de la producción anual. El 70% restante (24,5 toneladas), saldría de contrabando del país, según el ente oficial. La organización Transparencia Venezuela (2019) coincide en esas proporciones al estimar que el 70% de ese total sale de contrabando.
Anuncios gubernamentales también ofrecen algunas luces sobre la velada producción anual de oro y las toneladas que salen de contrabando. En 2018, el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico (Mindeminec) anunció que ese año serían entregadas 24 toneladas al BCV mientras que al año siguiente, en ocasión del lanzamiento del Plan Nacional Motor Minero 2019-2025, Nicolás Maduro Moros asomó que la meta de producción sería de 80 toneladas anuales. Se basó en las cifras que proyectaban que en 2022 el Arco Minero produciría 45 toneladas y 80 toneladas en 2025, es decir, al cierre del período trazado.
El informe de la OCDE 2021, que reconoce las extremas dificultades para calcular la producción de oro en Venezuela, estima que la capacidad de procesamiento y los informes sugieren que posiblemente pueda llegar a 75 toneladas al año, cantidad que en julio de 2021 alcanzaría el valor en mercado de 4.400 millones de dólares. Pero otras investigaciones sugieren que la producción real en la actualidad en Venezuela se ubica entre un tercio y la mitad, es decir, entre 25 y 32 toneladas anuales.
Las cifras del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council), coinciden con el rango de la OCDE. Los números de la máxima organización internacional del oro indican que Venezuela aumentó la producción de oro 45,22 % en cuestión de 4 años: pasó de recuperar 23 toneladas en 2016 (año de creación del Arco Minero) a 33,4 ton en 2020.
A escala local, en el municipio El Callao, las minas estarían produciendo 3.000 kilos de oro al mes, es decir, unas 1,2 toneladas al año según cálculos de la alcaldía. Las plantas más pequeñas en esa jurisdicción pueden sacar entre 9 y 10 kilos de oro. Se desconoce si estas cantidades son reportadas o no ante el BCV.
Es importante destacar que esas 75 toneladas anuales de producción que estima la OCDE se podrían referir a las potencialidades del megaproyecto minero y no a la producción real teniendo en cuenta las limitaciones de la capacidad instalada en Venezuela. La minería a gran escala en el Arco Minero aún no ha terminado de desarrollarse.
Las cifras de producción podrían variar. Testimonios de expertos coinciden en que los volúmenes de arenas auríferas, materia prima de las plantas de lixiviación, han disminuido, lo que pone en riesgo la operación. El geólogo entrevistado para esta investigación explica “como producto del caos y la improvisación, el gobierno de Nicolás Maduro montó el Complejo Domingo Sifontes en El Callao sin garantizar la producción de arenas auríferas que necesita ese tipo de planta cianuradora para funcionar. Detrás hay mucha ignorancia: es fundamental garantizar la cadena de producción, partiendo en primer lugar de una mina que produzca el suficiente material aurífero para alimentar la planta durante un largo tiempo. Es decir, contar con una mina que oportunamente suministre materia prima a la planta.
Los mineros artesanales recuperan apenas 30 % del oro en una mina con el uso de mercurio. En las colas residuales queda 70 % de oro el cual es procesado en las plantas cianuradoras, afirma el experto que pudo atestiguar en la visita a la planta de la Sarrapia que ya no quedaba suficiente material para procesar. “En 2018 vaticiné que la crisis llegaría al Arco Minero cuando las arenas acumuladas se acaben. En efecto, se acabaron”.