¿Qué es la cadena de frío
y por qué es importante?
La cadena de frío ha mejorado gracias a la acción de agencias internacionales, específicamente Unicef y OPS. Sin embargo, no se han superado los obstáculos en regiones donde se requiere de mayor cantidad de equipos, como determinó el equipo del Vacunómetro en una revisión de septiembre de 2021
El mejoramiento de la cadena de frío en Venezuela, gracias al apoyo del sistema de Naciones Unidas, ha tenido avances aunque no tan publicitados ni claros desde el punto de vista gubernamental.
Tras una evaluación culminada en febrero de 2021 por Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, se estableció que Venezuela tiene una capacidad de almacenamiento de vacunas que suma 960,9 metros cúbicos, en los que se pueden refrigerar un total de 31.040.750 vacunas. Hasta mayo de 2022 y según el Ministerio de Salud, Venezuela había comprado 18.5 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 a través del sistema Covax.
Unicef considera que su contribución fundamental en cuanto a vacunas “se centra en la expansión y rehabilitación del sistema de cadena de frío y la capacitación del personal de salud para su gestión y mantenimiento y en el control eficaz de prevención de infecciones (IPC), así como la provisión de suministros de inmunización para mejorar la calidad y garantizar la continuidad de los servicios”.
Para 2021, según datos de la organización respondidos al Vacunómetro, se logró la adquisición e instalación de 100 congeladores tipo Vestfrost de 256 litros, además de 10 kits de reparación y 100 estabilizadores de voltaje para dichos equipos, que fueron instalados en 100 centros de vacunación masiva en todo el país.
También contribuyeron con 176 refrigeradores/congeladores solares duales “para fortalecer el almacenamiento de vacunas para la inmunización de rutina y la vacunación contra la covid-19”.
¿Y qué es la cadena de frío? No es más que todos los sistemas de refrigeración y transporte que cumplen con temperaturas óptimas para garantizar la calidad y el poder inmunogénico de las vacunas. La OMS recomienda que estas deben oscilar entre 2°C y 8°C.
Por ejemplo, Sputnik V (Rusia) y Sinopharm (China) pueden almacenarse y trasladarse entre esa escala de temperatura, pero la dosis rusa también requiere una cadena de frío en -18 °C.
Los congeladores no son los únicos equipos comprados por Unicef, que dispuso alrededor de $2 millones conseguidos a través de donantes internacionales, para la compra de, entre otros insumos:
7 cámaras de frío tipo Zhendre WIC mono block 40m3. Capacidad de almacenaje 800.000 dosis;
6 cámaras de frío tipo Zhendre WIC mono block 30m3, con capacidad para 600.000 dosis, 2 cámaras de frío tipo Zhendre WIC mono block 10m3, con capacidad de almacenaje de 200.000 dosis, 12 Generadores de diesel de varios voltajes, 6 estabilizadores de voltaje trifásicos de 15 kVA.
Según la revisión hecha por el Vacunómetro, dicha agencia también ha dispuesto de fondos obtenidos a través de cooperación internacional para mejorar la cadena de frío en el país, que hasta septiembre de 2021 apenas cubría con robustez al 50% de los estados.
Tras la aprobación de una licencia de la OFAC a través de la Mesa Técnica de Vacunación, instalada en 2021 entre la administración Maduro y asesores médicos y diputados de la Asamblea Nacional electa en 2015, se estableció que Unicef y OPS manejarían $27.615.720 para ser invertidos en gastos logísticos y fortalecimiento de la cadena de frío. Solo para ampliación de la capacidad frigorífica se presupuestaron $14.872.797.
¿Qué pasó con el dinero? Miguel Pizarro, comisionado del gobierno interino y parte de esa mesa técnica, explica que se ha logrado “la triplicación” de la cantidad de almacenamiento de vacunas en Venezuela.
Unicef y OPS también desarrollaron en conjunto un esquema de monitoreo de la cadena de frío y la sustitución de equipos, en almacenes como Jipana, del sistema eléctrico normal por electricidad a base de energía solar.
“Se cambió mucho del sistema logístico del almacén robotizado, se logró hacer una inversión en descartables, en cajas isotérmicas, en material de protección”, destaca Pizarro, que además aclara que dichos programas están en ejecución hasta finales de 2022.
“Ellos han obligado (presupuestado) mucho de los recursos pero no han utilizado todavía el 100% del dinero. A mitad de este año se hace un corte, en la que ellos (Unicef y OPS) determinan si hay alguna cosa en la que se debe más prioridad que antes o hay alguna alteración dentro del programa, siempre dentro del mismo marco de fortalecimiento de los programas de inmunizaciones”, señala Pizarro.
Según una revisión hecha en redes sociales, durante 2022 Unicef ha hecho dos entregas públicas e instalaciones de equipos de refrigeración que disponen de paneles solares o plantas eléctricas, uno de ellos hecho el pasado 25 de marzo en el estado Barinas.
Las acciones de la agencia de Naciones Unidas también incluyen una serie de talleres sobre cadena de frío en estados como Amazonas, Anzoátegui, que hasta septiembre de 2021 no disponían de cámaras frigoríficas, o Táchira, donde hasta ese mes no habían ni neveras ni congeladores.
Lo que no queda claro, ni en su informe sobre actividades de 2021 o las respuestas obtenidas por el equipo de ARI, son las mejoras en las entidades donde no se disponía de suficientes congeladores, refrigeradores o plantas eléctricas para fortalecer la cadena de frío.
“Unicef ha entregado insumos con base a las necesidades planteadas por las autoridades de salud del país, por lo que esta información deberá ser consultada con el Ministerio de Salud”, fue la respuesta obtenida. Al cierre de esta publicación, la cartera de salud venezolana, consultada por ARI el día 25 de mayo de este año, no ofreció información sobre este y otros aspectos de la vacunación.