Las casas de apuestas en línea son el competidor que partió en el último lugar y comienza a dominar la carrera en la actividad hípica en Venezuela. El tradicional sellado físico de los cuadros del 5 y 6 terminó desplazado por la jugada virtual. Pero algunas de las empresas que se encargan de este negocio en el país incumplen normativas legales, fueron registradas en el exterior y muestran páginas web inactivas. Estas plataformas adolecen de control y fiscalización estatal sobre sus operaciones lo que deja abierta una ventana a posibles ilícitos.
El proceso de dolarización de facto a partir de 2019 y el fin de siete años de recesión económica en Venezuela en 2021 sirvieron de escenario para que resurgiera una diversidad de negocios y comercios. Uno de ellos es el sector de los juegos de envite y azar, los cuales habían caído estrepitosamente por varias prohibiciones emanadas desde el Estado.
Es así como en los últimos años proliferaron las casas de apuestas en línea que ofrecen diversidad de juegos y deportes, entre ellos, las carreras de caballos. La necesidad y el interés de muchos venezolanos de aumentar sus ingresos a través de la suerte tuvo su impulso desde que se permitieron las transacciones en dólares a comienzos de 2020, por lo que grandes cantidades de dinero se mueven a través de este sistema.
Las empresas que desean operar carreras de caballos locales e internacionales, varias de ellas registradas fuera del país, reciben la venia de la Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas (Sunahip) y del Instituto Nacional de Hipódromos (INH), ambos bajo el mandato de Antonio “El Potro” Álvarez, presidente del INH desde 2018. Sin embargo, sus actuaciones suelen ser más administrativas que fiscalizadoras.
La Alianza Rebelde Investiga (ARI) integrada por TalCual, El Pitazo y Runrunes presenta en este reportaje cómo ha sido el impulso de las apuestas en línea en el hipismo y otros deportes desde el propio Gobierno. Muestra cómo los entes de la actividad hípica otorgaron a una empresa privada llamada El Inmejorable la potestad para entregar licencias a las casas de apuestas, con plataformas digitales dedicadas a las carreras de caballos. Es decir, esta compañía se convirtió en un intermediario ante las autoridades y comenzó a ejercer un rol dominante en un entorno de baja regulación estatal como es el de los juegos online.
Venezuela no cuenta con un organismo contralor que regule las apuestas en línea, como por ejemplo sí lo tiene Colombia con ColJuegos, adscrito al Ministerio de Hacienda. Hasta la fecha solo existe, en el ámbito local, la Comisión Nacional de Loterías (Conalot) que basa su actuación en la Ley para el Control de los Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles en la que se mencionan las carreras de caballos, cuyas apuestas ocurren en establecimientos físicos. Por otra parte, la Superintendencia Nacional Antidrogas pudiera tener competencia para detectar operaciones irregulares en este tipo de empresas, pero entre sus reglamentos no hay una mención expresa sobre ellas.
El país adolece de normativas específicas en materia de juegos en línea, por lo que se ha creado un vacío legal en un actividad que suele mover mucho dinero, sin que en Venezuela haya información oficial sobre estos montos. La importancia de regular los sistemas de envite y azar, así como de todo tipo de apuestas, es prevenir la legitimación de capitales y evitar que la delincuencia organizada se sirva de esa estructura para sus fines criminales, tal y como lo señala la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
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CRÉDITOS
La casa de apuestas que lleva
las riendas del hipismo en Venezuela
es una investigación de:
Marzo de 2024