Como una especie de alegoría en la que el sarcasmo hace su jugada magistral, el recorrido artístico del humorista, desde sus difíciles inicios hasta el estrellato, podría ser contado como una suerte de parodia de la clásica obra de Dante Alighieri. En el siguiente reportaje revelamos los detalles del infierno, el purgatorio y, finalmente, el paraíso, que ha vivido George Harry hasta llegar a convertirse en el humorista venezolano de mayor alcance internacional

Por Javier Melero De Luca

El humor venezolano tiene un mérito raro. Es una de las pocas actividades nacionales que no solo han sobrevivido durante estos 10 años, sino que ha prosperado hasta niveles nunca alcanzados en nuestra historia. Aquí repasamos sus altibajos y algunos de sus protagonistas principales.

En el prólogo de la antología 70 años de humor en Venezuela, Francisco Suniaga escribe: «En Venezuela, en esta época de vacas flacas y escasa productividad de la industria nacional, el humorismo ha florecido […] y se ha convertido incluso en uno de nuestros pocos bienes exportables. Tal ha sido el flujo exportador que ya dejaron de ser noticia las giras de nuestros humoristas a Colombia, España, Canadá, Australia, Perú, Nueva York y, por supuesto, Miami».

Aun dentro de su tragedia, Venezuela dejó de ser un país monoproductor e, irónicamente, comenzó a exportar un bien bastante más ecológico: la comedia. Así como las telenovelas de los años ochenta y noventa expandieron la cultura venezolana por el mundo, hoy la punta de lanza de la expansión de nuestra idiosincrasia es el humor y, específicamente, el stand up. Uno de los más populares y exitosos es la puesta en escena de George Harris. A su trayectoria se dedica este episodio de un país con ingenio.

Ver al mundo con humor implica creer que la desgracia es pasajera. Uno se ríe para hacer más llevadera la vida, para superar el dolor, para vencer alguna vez el mal, para enfrentar los imposibles, para perderle el miedo a la muerte, para recuperar la cordura

Joaquín Ortega, politólogo y humorista

El George Harris:
de cucarachas a la estratosfera

Mediados de otoño. Hace frío en Madrid, pero las calles del castizo barrio de Chamberí están repletas de gente. George está de vacaciones en España. Acaba de terminar una serie de presentaciones en Holanda y, aunque por esos días estalló una polémica en Chile por su posible participación en el Festival Viña del Mar, acepta conversar largo y tendido, entre un café y un plato de benedictinos.

No ha comenzado la entrevista cuando uno de los clientes del local se acerca a la mesa, saluda a George y, con un acento de algún lugar de Centroamérica, le pide hacerse una foto. El fan va acompañado de una mujer rubia que no habla español. Le dice: «This is one the greatest comedians in the world», es decir: «Este es uno de los mejores comediantes del mundo». Así arranca la conversación. 

Se llama George Harry González Shaw. Sí, Harry, y no Harris, es su segundo nombre, no su primer apellido. «Desde que estaba en Caracas entendí que debía crear una marca», aclara. «Y si Kiara [que se llama Gloria Gómez] se atrevió a ser Kiara, ¿por qué no podía yo cambiar una «i» y una «s» para eso?».

Nació en Caracas el 12 de diciembre de 1977. Hijo único. Padres divorciados desde que era pequeño. Tal vez no sea la introducción convencional para una historia de éxito. ¿O sí? De niño vivió un par de años en un campo petrolero en Monagas, específicamente en Morichal. «Fue superchévere porque vivir en un campo petrolero en los ochenta era como vivir en Estados Unidos. Podías estar libre por ahí. Yo andaba en bicicleta todo el día. Tenía 45 amiguitos. Buscábamos peonías y las guardábamos en un pote de compota. Nos bañábamos en los pozos y nos la pasábamos trepaos en las matas. Era un niño medio salvaje (risas). Era muy distinto de Caracas».     

Estudió en el colegio Santo Tomás de Campo Alegre y luego se cambió al San Luis de El Cafetal (ambos en Caracas) para estudiar humanidades. «Yo lo tenía claro: lo mío era ser abogado, periodista o actor», comenta. «Realmente, quería ser actor, pero cuando llegó el momento de elegir le dije a mi mamá que iba a estudiar comunicación porque pensaba que la carrera del actor era muy inestable y que el periodismo me daría mejor base. Mi mamá me dijo: ‘Con tal de que estudies, todo bien»

George cuenta que no era el más popular de su salón; en cambio, siempre contaban con él para la risa. Estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela y se graduó en 2002, pero el sueño de ser actor seguía ahí. Y no un actor cómico, sino dramático. 

«En Venezuela, en esa época, no había forma de estudiar una carrera para ser actor, como en Juilliard (afamado conservatorio de arte de Nueva York) o las universidades de ese tipo». Así que en 2003 se mudó a España. Tomó distintos cursos de actuación «porque no tenía para pagar la carrera completa» e hizo de todo para sostenerse: fue mesonero, profesor de inglés y hasta personal de atención al público en la estación del Metro del aeropuerto de Madrid.

Pero cuando hizo el ejercicio final de uno de esos talleres de actuación, en lugar de lágrimas, a Eduardo Milewicz, el profesor, le produjo risa. Al final del curso le dijo: «Olvídate de ser actor dramático. Dedícate a hacer monólogos» (como se conoce en España al stand up). Además, le recomendó lugares para familiarizarse con el formato en Madrid. El George de ese momento no se lo tomó bien, pero hizo la tarea. 

Aprovechó entonces que un amigo suyo, venezolano, Raúl Moyano, acababa de abrir junto a otros socios un bar en la calle Barbieri de Chueca. No era un local de comedia, sino uno de esos «bares de toda la vida», frecuentado, obviamente, por españoles. Se llamaba Leka Leka. George le pidió que lo dejaran presentarse y pronto le dijeron que sí. 

Improvisaron una tarima e invitó a sus conocidos para que lo apoyaran. Se había propuesto hacer una rutina de 15 minutos. Con pocas certezas y un par de rones, se paró y arrancó a actuar. En vez de 15, ¡pasaron 45 minutos! Y la gente no paraba de reír. Sus amigos le decían: «¿Viste?» o «¡Te lo dijeee!».

Fragmentos de la primera presentación de George Harris en Madrid:

A pesar de eso, George le atribuyó el éxito a la suerte del principiante. Tanto fue así que siguió intentando trabajar como actor en España, pero no se abrieron demasiadas puertas. Esta vez aceptó la derrota y, en 2005, regresó a Caracas. «Ahora que lo pienso, eso fue una suerte. Porque si hubiera logrado algo en España se me hubiera jodido la vida. Me hubiera perdido de todo lo que ha venido después», reflexiona.

El talante del venezolano lo conduce al humor, no a la humillación o la obediencia. La base del sentido del humor es la posibilidad siempre abierta a la resiliencia, reconocer lo terrible y hacer un chiste de eso

Mirla Pérez, investigadora

Poca gente conocía el stand up en Venezuela y no había espacios para el formato, pero George no se rindió. Unos amigos habían abierto un local nocturno en El Rosal. Se llamaba En vivo. Les explicó su idea y, por fin, le dieron una oportunidad. El plan no era hacer una presentación sin más, sino crear un circuito, es decir, invitar a distintos humoristas todas las semanas para que el show fuese diferente cada vez. ¿Pero qué comediantes? Al parecer, había más días de la semana que practicantes del stand up en Caracas. 

Pero los planetas estaban alineándose. Laureano Márquez y otros, como Sergio Jablon, habían dictado unos talleres de comedia y de ahí había salido una camada de gente que quería dedicarse al formato. Los invitó a todos. Y así, en febrero de 2008, nacieron las noches de Micrófono abierto de En vivo. Fue el primer circuito formal de stand up de Venezuela.

Item 1 of 4

El punto estaba hecho, pero una cosa piensa el burro y otra quien lo va arriando. A los seis meses de haber comenzado, «la torre en la que estaba el local fue comprada por personas afines al Gobierno y nos hicieron desalojar», recuerda George. 

Como el asunto había tenido éxito, los dueños del local le dijeron que abrirían otro bar y ahí podrían volver a presentarse. Ese otro lugar se llamó nada más y nada menos que El Teatro Bar. George se sacudió el polvo y comenzó de nuevo. A finales de 2008, después de mucha ayuda y no menos esfuerzo, el circuito estaba activo otra vez. 

Además de los principiantes, comenzaron a pasar por El Teatro los mejores comediantes del momento. Adicionalmente, George había entrado en Mi país, tu país, un show colectivo de stand up junto al Profesor Briceño, Led Varela y, luego, José Rafael Guzmán. El espectáculo estaba siendo un batacazo. 

Pero siempre aparecen los peros. En 2002, debido a la incertidumbre venezolana, había comenzado el proceso para conseguir la nacionalidad estadounidense, que le correspondía por su lado materno. Sin embargo, había pasado tanto tiempo de esa gestión (ocho años) que se había olvidado del asunto. Pero un buen día, la embajada lo llamó para decirle que la gestión había prosperado. Debía ir a Estados Unidos como parte del trámite. En principio estaría solo unos meses, pero estando allá decidió quedarse.

El humor en los venezolanos es muy habitual y muy cotidiano. Para nosotros el humor es un ingrediente que está en nuestro día a día, desde que te levantas. Está en el trato con la gente que lo rodea

Laureano Márquez, humorista

En ese momento la decisión parecía una locura. Estaba a punto de cambiar una carrera bien encaminada en el mundo de la comedia en Caracas por… nada. Era el año 2011. En el Miami de entonces no había demasiados espacios para el stand up en español, y menos aún para los venezolanos. Además, la diáspora de la hallaca no era ni tan numerosa ni estaba tan consolidada.

Alquiló una habitación que «estaba llena de cucarachas porque quedaba al lado de un basurero», cuenta George. Con lo que producía en Venezuela con su circuito en el Teatro Bar, su unipersonal ¿Quién se quiere ir? y el show Mi país, tu país, pagaba la habitación, el carro y la línea del celular en Miami. «No me alcanzaba pa’ más».

Comenzó a hacer de todo para ganarse la vida, hasta cuidar caballos. Logró que le dieran una oportunidad en un bar, pero a la tercera semana le suspendieron el show. Muchas veces pensó en regresar a Venezuela, pero no se rindió. 

Continuó tocando puertas y explicando su proyecto, pero sin éxito, hasta que, por fin, la dueña del Teatro Trail, en la Calle 8 de La Pequeña Habana, le dijo que tenía una salita libre y podía probar. Sería un formato semanal, como el del Teatro Bar. A su primer show fueron nueve personas, la mayoría amigos. Le quedó claro que debía comenzar la batalla de la promoción. Para hacerlo pateó calle. 

En los primeros meses el promedio era de 12 o 15 espectadores. Llegar a 30 era un milagro. Además, como en esa zona no había venezolanos, tenía que presentarse ante cubanos, que era el público natural de La Pequeña Habana. Después de 2 horas de espectáculo se iba a su casa sin dinero. «Era para ponerse a llorar. No sabía ni cómo iba a pagar la gasolina», confiesa George. Pero la perseverancia dio frutos. 

Y así, en 2014, tres años después de haber arrancado, ya no cabía la gente en el Trail y tuvo que mudarse a un teatro más grande: el Flamingo, en Brickell, con capacidad para 400 personas. Por esas fechas también comenzó a hacer livestreams de sus shows, a pesar de que la gente le decía que estaba loco por regalar su contenido en Internet. 

Ese mismo año (2014) fundó su propia empresa y comenzó a girar con su unipersonal Quién se quiere ir. Una mexicana lo llevó a Orlando, su primera plaza fuera de Miami; luego un venezolano lo llamó a Toronto, luego vino Houston. Y ya no paró nunca más. «Viajaba como un loco. Hacía dos ciudades por fin de semana. Por más de un año no tuve fines de semana libres. Un sábado estaba en Lima, el siguiente en Bogotá y el próximo en Madrid. Tenía que pagar mi casa»

Además de sus presentaciones por el mundo, el éxito semanal de El Show de George Harris en Miami ha sido tan grande que en 2023, nueve años después de haber llegado al Flamingo, tuvo que mudarse de nuevo, esta vez al teatro La Scala, con un aforo todavía mayor. Con todo y eso, el show aparece sold out con semanas de anticipación.

El humor puede ser una herramienta de denuncia. Un humor bien intencionado puede servir como crítica. Los chistes son testimonios del absurdo que vive una sociedad

Ricardo del Búfalo, humorista

En los últimos dos años, las rutinas unipersonales de George han logrado llenar espacios de renombre, como el Luna Park, de Buenos Aires, para 8.000 personas; el Hard Rock Live, de Miami, para 7.000; el Carnegie Hall, de Nueva York, y, finalmente, abarrotar el Movistar Arena de Chile, con una capacidad para 12.000 almas. 

El año que viene, 2025, se presentará en el Theater del Madison Square Garden, de Nueva York. Son hitos que solo los más grandes comediantes del mundo anglosajón han alcanzado.

«Esto no es una carrera de velocidad, es de resistencia —explica George. Yo quiero mantenerme toda la vida haciendo esto. Quiero estar en el escenario hasta el último día. Amo estar ahí, me da vida. Me encanta ver a la gente reír. No necesito estar en una Arena ni nada de eso. Podría hacer lo mismo en una salita pequeña aquí en Madrid. Me gusta mucho el feedback de la gente. Me dicen que sanan sus vainas, que los ayudé a atravesar un divorio o la muerte de un hijo». Con una sonrisa remata: «Ya puedo empezar a imponer manos».

一¿Cuál es el próximo verso en la canción de George Harris?

一Empezar a producir cine o series de televisión en tono de comedia, porque nosotros no tenemos país, y esas cosas se hacen en países. Mis colegas mexicanos, mis colegas colombianos, mis colegas argentinos…, todos ellos tienen cine, a todos ellos los invitan a hacer actividades porque en sus países hay industria. Nosotros no tenemos industria de nada. Yo no puedo esperar a que me llamen. Tengo que hacerlo yo. La vida siempre me ha enseñado eso: que si quiero algo tengo que hacerlo yo mismo. En el fondo, uno siempre está esperando que pase algo más. Y la verdad es que cuando ha pasado ese algo más, no ha sido como yo creía. 

Me está pasando ahorita. Tengo cinco años queriendo ir al Festival Viña del Mar. Me invitaron hace cinco días y se prendió ese peo. Estoy viviéndolo de una forma muy agridulce. Entonces, si termino yendo, puede que sea una cagada, pero tendré que entender que no tiene que ver conmigo, sino con algo que nos pasa a todos los venezolanos y es el hecho de que estamos marcados por la política…

一¿Qué es lo más importante que le ha ocurrido al humor venezolano en los últimos años?

一Que hemos aprendido a reflexionar a través del humor. Sin desmeritar lo que hacían los comediantes de la generación anterior, creo que antes la gente se reía, pero no lograba reflexionar tanto sobre lo que le pasaba. A los venezolanos nos han ocurrido muchas cosas en los últimos 20 años. Cuando esto pase, porque creo que esto va a pasar, el pueblo venezolano agradecerá mucho lo que han hecho los humoristas por el país. No es que hayamos creado fundaciones benéficas, es lo que el humor ha hecho por el ánimo, por el espíritu del venezolano. Hemos sido pequeñas tablitas de salvación.

一¿Cómo crees que está el nivel del humor venezolano con respecto al de los demás países de Iberoamérica?

一Creo que en Venezuela, Colombia y Argentina es donde se está haciendo el mejor humor en español. Son países que han sufrido mucho. Eso nos ha hecho crecer internamente. Tenemos un humor incisivo, agudo, que hace reír, pero que también sabe levantar roncha e ir al punto.

Al inicio de esta conversación, George Harris comentó: «Cuando comencé a hacer stand up y pensé en mi marca personal, me visualicé en la estratosfera, conduciendo los Oscar». Lo decía como una forma de proyectarse y darse ánimo. Después de todo lo que ha pasado en los últimos años, tal vez no esté tan lejos de lograrlo.

En definitiva, George Harris, ese chamo que empezó durmiendo en una habitación con cucarachas y pateando calle para repartir volantes, ha desbloqueado un nuevo nivel de posibilidades para los comediantes latinos de todo el mundo y está rozando la estratosfera. 

Por eso, en El Pitazo hemos escogido a este stand up comedian folklórico para que figure entre las mejores historias venezolanas de ingenio y resiliencia de los últimos 10 años. Larga vida para George.  

SHOWS UNIPERSONALES DE GEORGE HARRIS

¿Quién se quiere ir? (2005)
Típico (2013)
De toda la vida (2015)
Hijo único (2019)
El pueblo de uno (2024)

2014 - 2024

Una década de reír,
a pesar de los pesares

El humor venezolano tiene un mérito raro. Es una de las pocas actividades nacionales que no solo ha sobrevivido a estos diez años de calamidades, sino que ha prosperado hasta alcanzar niveles nunca vistos en nuestra historia.

A continuación, leeremos los hechos que impactaron en el mundo del humor venezolano de 2014 a 2024, la mayoría dan para llorar, pero decidimos salir a reír, como el protagonista de nuestra historia

2014 | Arrecia la censura

Nicolás Maduro había asumido la presidencia en 2013, luego de unas elecciones bastante controvertidas. Durante su mandato, la censura de lo que se decía y cómo aumentó peligrosamente. En 2014, después de muchas presiones del Gobierno hacia los propietarios de Televén, se suspende el programa Chataing TV, un late show humorístico conducido por Luis Chataing y una serie de talentos jóvenes entre los que destacaron Led Varela, José Rafael Guzmán, Manuel Silva, Jean Mary Curro y Alex Goncalves. Siete años atrás el humor había sufrido una cornada letal con el cierre de RCTV y la desaparición de la Radio Rochela, luego de 48 años al aire.

2014 | Adiós al humor impreso

Este mismo año (2014) desaparecen de los principales medios impresos las viñetas de humor gráfico más importantes hasta entonces: El Universal deja de publicar las ilustraciones de Rayma; EDO detiene la publicación de su columna gráfica en el diario El Mundo y Roberto Weil es despedido de Últimas Noticias. Un año después, moriría Pedro León Zapata.

Viñeta por la que despiden a Rayma de El Universal

2014 | Migración masiva

Comienza la migración masiva de los venezolanos al exterior. Con este hecho comenzaría a conformarse la diáspora venezolana; ella se constituiría en un gran mercado internacional para nuestros comediantes. Pero no es solo una oportunidad de negocio, es también una forma de expansión de la cultura venezolana en el mundo y de creación de una comunidad que canta el alma llanera y ríe junta en cualquier latitud.

2014 | Pizpa Fun: circuito para la comedia

Era un local de pizza y parrilla concebido por Samuel Rodríguez y su esposa, que en pocos años se convirtió en un circuito de comedia imprescindible en la escena humorística caraqueña. A pesar de la desaparición de casi todos los espacios físicos de humor en Venezuela, Pizpa continúa funcionando y se ha convertido en un pequeño oasis para los comediantes locales.

2015 | Fundan la Escuela del humor

La escuela del humor, fundada por Alejandra Otero y Jorge Parra, con acreditación de la UCAB, fue el primer diplomado de humor de rango universitario en el país. Benefició mucho al mundo de la comedia venezolana porque en ella se formaron decenas de humoristas a lo largo de sus nueve años de funcionamiento. Cerró sus puertas en 2024 debido a la crisis general del país.

2016 | Laureano Márquez dirige una carta a la OEA

El humorista escribió simbólicamente una carta a la OEA, como un llamado a reflexionar sobre la activación de la Carta Democrática, el rol de la organización ante la crisis que pasaba el país y la esperanza de los venezolanos sobre lo que podría lograrse con esta activación.

2016 | ¡A que te ríes! sale del aire

Sale de Venevisión el programa humorístico ¡A que te ríes!, que se transmitió por primera vez en 2010. Algunos de los humoristas involucrados en la producción fueron Wilmer Ramírez, Carlos Rodríguez (Rafucho), Américo Navarro, Nelly Pujols y Nené Quintana.

2017 | Maduro promulga la Ley del Odio

El gobierno de Nicolás Maduro promulga la llamada «Ley del Odio» (Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia), instrumento legal que permite penalizar arbitrariamente el discurso público. Esto complica la creación y publicación de contenido humorístico para los comediantes en redes sociales. Cualquiera puede ser imputado y enjuiciado por un tuit o un post de Instagram que los funcionarios consideren ofensivos. Este mismo año explota el movimiento #MeToo en EE. UU.

2017 | El humor sigue saliendo del aire

Salen del aire dos grandes programas de humor y entretenimiento radial: De nuevo en la Mañana, de Luis Chataing, que para la fecha tenía 10 años de transmisión casi continua. Fue un espacio transmitido por La Mega 107.3 FM que comentó con agudeza y sarcasmo el acontecer diario nacional, con gran éxito de audiencia. También en esa emisora se transmitía Calma pueblo, y era conducido por Verónica Gómez, José Rafael Guzmán y Manuel Silva. En opinión de muchos humoristas, fue uno de los mejores programas radiales de comedia y entretenimiento venezolanos.

2020 | Llega el COVID: suspendidas las presentaciones en vivo

En marzo de este año comienza el confinamiento por la pandemia del COVID-19. Esto hace que la pequeña industria del humor, que luchaba por funcionar en el país, se viera obligada a cancelar todas sus presentaciones en vivo. Desaparece El Teatro Bar, un venerado local nocturno caraqueño que sirvió como espacio alternativo de entretenimiento desde 2008. Allí funcionó uno de los mejores circuitos del stand up venezolano, iniciado por un entonces desconocido exalumno de periodismo de la UCV, un tal George Harris. 

2020 | EL humor toma las redes

En pleno COVID parecía imposible vivir de la comedia. ¿Cuál fue la respuesta de los humoristas? El uso de Internet y la digitalización de los formatos. Se multiplicaron los contenidos en redes sociales y explotó la creación de podcasts como El Cuartico. Buena parte de las comunidades que los humoristas habían construido en redes sociales comenzaron a aglutinarse en torno a estos podcats y, sobre todo, a sostenerlos económicamente a través de plataformas como Patreon u otros mecanismos de crowdfunding. Muchos de esos podcasts continúan hasta hoy con gran éxito de audiencia. Eso le ha permitido a sus creadores vivir exclusivamente del humor.

2021 | #Yosítecreo

Como una especie de coletazo tardío del #MeToo en EE. UU. y otras partes del mundo, estalla el movimiento #YoSiTeCreo en Venezuela. En muchos aspectos hubo excesos lamentables, pero en definitiva ayudó a saldar varias cuentas que el humor, especialmente el humor hecho por hombres, tenía pendientes. Fue un golpe de timón, de reeducación y de realineación de lo que se consideraba cómico en el discurso público.

2021 | El CICPC detiene dos humoristas

El 9 de septiembre de este año, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) allanaron las casas de los humoristas Napoleón Rivero y Reuben Morales. Se llevaron dos laptops y un CPU. Fueron acusados de instigación al odio y delitos informáticos.

2023 | Nace Chiste Interno

Se crea Chiste Interno, una iniciativa de Oswaldo Graziani y Adrián Salas. Es el primer podcast sobre comedia venezolana en el que se conducen entrevistas de formato largo a diversos comediantes. Se ha convertido en una parada obligatoria para los fans y conocedores del humor venezolano y latinoamericano.

2024 | Cero tolerancia para el humor

Luego de una campaña complicada, y unas elecciones adelantadas para el 28 de julio, el CNE anuncia como ganador a Nicolás Maduro, mientras que la oposición mostraba «actas en mano» que daban como ganador al candidato Edmundo González Urrutia. La presunción de fraude enciende protestas masivas en todo el país. El gobierno respondió con una de las mayores olas de represión y censura de los últimos 60 años en Venezuela. Los humoristas locales se mantienen en un estado permanente de incertidumbre en el que hay cero tolerancia para el humor político o para la simple sátira sobre la situación de crisis general del país.

2014 - 2024

Una década de reír,
a pesar de los pesares

El humor venezolano tiene un mérito raro. Es una de las pocas actividades nacionales que no solo ha sobrevivido a estos diez años de calamidades, sino que ha prosperado hasta alcanzar niveles nunca vistos en nuestra historia.

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2014 | Arrecia la censura

Nicolás Maduro había asumido la presidencia en 2013, luego de unas elecciones bastante controvertidas. Durante su mandato, la censura de lo que se decía y cómo aumentó peligrosamente. En 2014, después de muchas presiones del Gobierno hacia los propietarios de Televén, se suspende el programa Chataing TV, un late show humorístico conducido por Luis Chataing y una serie de talentos jóvenes entre los que destacaron Led Varela, José Rafael Guzmán, Manuel Silva, Jean Mary Curro y Alex Goncalves. Siete años atrás el humor había sufrido una cornada letal con el cierre de RCTV y la desaparición de la Radio Rochela, luego de 48 años al aire.

2014 | Adiós al humor impreso

Este mismo año (2014) desaparecen de los principales medios impresos las viñetas de humor gráfico más importantes hasta entonces: El Universal deja de publicar las ilustraciones de Rayma; EDO detiene la publicación de su columna gráfica en el diario El Mundo y Roberto Weil es despedido de Últimas Noticias. Un año después, moriría Pedro León Zapata.

Viñeta por la que despiden a Rayma de El Universal

2014 | Migración masiva

Comienza la migración masiva de los venezolanos al exterior. Con este hecho comenzaría a conformarse la diáspora venezolana; ella se constituiría en un gran mercado internacional para nuestros comediantes. Pero no es solo una oportunidad de negocio, es también una forma de expansión de la cultura venezolana en el mundo y de creación de una comunidad que canta el alma llanera y ríe junta en cualquier latitud.

2014 | Pizpa Fun: circuito para la comedia

Era un local de pizza y parrilla concebido por Samuel Rodríguez y su esposa, que en pocos años se convirtió en un circuito de comedia imprescindible en la escena humorística caraqueña. A pesar de la desaparición de casi todos los espacios físicos de humor en Venezuela, Pizpa continúa funcionando y se ha convertido en un pequeño oasis para los comediantes locales.

2015 | Fundan la Escuela del humor

La escuela del humor, fundada por Alejandra Otero y Jorge Parra, con acreditación de la UCAB, fue el primer diplomado de humor de rango universitario en el país. Benefició mucho al mundo de la comedia venezolana porque en ella se formaron decenas de humoristas a lo largo de sus nueve años de funcionamiento. Cerró sus puertas en 2024 debido a la crisis general del país.

2016 | ¡A que te ríes! sale del aire

Sale de Venevisión el programa humorístico ¡A que te ríes!, que se transmitió por primera vez en 2010. Algunos de los humoristas involucrados en la producción fueron Wilmer Ramírez, Carlos Rodríguez (Rafucho), Américo Navarro, Nelly Pujols y Nené Quintana.

2017 | Maduro promulga la Ley del Odio

El gobierno de Nicolás Maduro promulga la llamada Ley del Odio, instrumento legal que permite penalizar arbitrariamente el discurso público. Esto complica la creación y publicación de contenido humorístico para los comediantes en redes sociales. Cualquiera puede ser imputado y enjuiciado por un tuit o un post de Instagram que los funcionarios consideren ofensivos. Este mismo año explota el movimiento #MeToo en EE. UU.

2017 | El humor sigue saliendo del aire

Salen del aire dos grandes programas de humor y entretenimiento radial: De nuevo en la Mañana, de Luis Chataing, que para la fecha tenía 10 años de transmisión casi continua. Fue un espacio transmitido por La Mega 107.3 FM que comentó con agudeza y sarcasmo el acontecer diario nacional, con gran éxito de audiencia. También en esa emisora se transmitía Calma pueblo, y era conducido por Verónica Gómez, José Rafael Guzmán y Manuel Silva. En opinión de muchos humoristas, fue uno de los mejores programas radiales de comedia y entretenimiento venezolanos.

2020 | Llega el COVID: suspendidas las presentaciones en vivo

En marzo de este año comienza el confinamiento por la pandemia del COVID-19. Esto hace que la pequeña industria del humor, que luchaba por funcionar en el país, se viera obligada a cancelar todas sus presentaciones en vivo. Desaparece El Teatro Bar, un venerado local nocturno caraqueño que sirvió como espacio alternativo de entretenimiento desde 2008. Allí funcionó uno de los mejores circuitos del stand up venezolano, iniciado por un entonces desconocido exalumno de periodismo de la UCV, un tal George Harris. 

2020 | EL humor toma las redes

En pleno COVID parecía imposible vivir de la comedia. ¿Cuál fue la respuesta de los humoristas? El uso de Internet y la digitalización de los formatos. Se multiplicaron los contenidos en redes sociales y explotó la creación de podcasts como El Cuartico. Buena parte de las comunidades que los humoristas habían construido en redes sociales comenzaron a aglutinarse en torno a estos podcats y, sobre todo, a sostenerlos económicamente a través de plataformas como Patreon u otros mecanismos de crowdfunding. Muchos de esos podcasts continúan hasta hoy con gran éxito de audiencia. Eso le ha permitido a sus creadores vivir exclusivamente del humor.

2021 | #Yosítecreo

Como una especie de coletazo tardío del #MeToo en EE. UU. y otras partes del mundo, estalla el movimiento #YoSiTeCreo en Venezuela. En muchos aspectos hubo excesos lamentables, pero en definitiva ayudó a saldar varias cuentas que el humor, especialmente el humor hecho por hombres, tenía pendientes. Fue un golpe de timón, de reeducación y de realineación de lo que se consideraba cómico en el discurso público.

2021 | El CICPC detiene dos humoristas

El 9 de septiembre de este año, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) allanaron las casas de los humoristas Napoleón Rivero y Reuben Morales. Se llevaron dos laptops y un CPU. Fueron acusados de instigación al odio y delitos informáticos.

2023 | Nace Chiste Interno

Se crea Chiste Interno, una iniciativa de Oswaldo Graziani y Adrián Salas. Es el primer podcast sobre comedia venezolana en el que se conducen entrevistas de formato largo a diversos comediantes. Se ha convertido en una parada obligatoria para los fans y conocedores del humor venezolano y latinoamericano.

2024 | Cero tolerancia para el humor

Luego de una campaña complicada, y unas elecciones adelantadas para el 28 de julio, el CNE anuncia como ganador a Nicolás Maduro, mientras que la oposición mostraba «actas en mano» que daban como ganador al candidato Edmundo González Urrutia. La presunción de fraude enciende protestas masivas en todo el país. El gobierno respondió con una de las mayores olas de represión y censura de los últimos 60 años en Venezuela. Los humoristas locales se mantienen en un estado permanente de incertidumbre en el que hay cero tolerancia para el humor político o para la simple sátira sobre la situación de crisis general del país.

Para quienes quieran conocer con más profundidad los triunfos y fracasos del humor venezolano de los últimos 20 años, compartimos aquí el link con la versión extendida de este trabajo.